Imagen de la película "Reflejos"
Miro a mi
alrededor, y frente a mí veo a ese hombre, desaliñado, perdido y borracho. Un
arma bajo sus pies.
Observo, y
veo a ese hombre, sentado en el suelo, tapándose la cara con las manos;
llorando, incapaz de acabar con todo, cobarde. Cobarde por no ser capaz de
escapar. Escapar de esos sueños reales que perturban su mente y que aunque
intente ahogar en el fondo del penúltimo vaso de wiski reaparecen con el
siguiente.
Sus ojos
rojos por el alcohol, la fatiga y las lágrimas me miran fijamente, con
determinación y en ellos veo su pasado, presente y futuro.
Frente a mi
veo a ese hombre, recoge el arma del piso, seguro de él mismo; la decisión ha
sido tomada. Hace tiempo que fue tomada. Mete el revolver en su boca y tensa el
gatillo.
Observo a
ese hombre; mis manos tiemplan, noto una gota de sudor bajando por mi frente.
El silencio es absoluto, no hay palabras que en este momento se puedan expresar.
En un breve momento sonara el martillo del arma golpeando sobre la bala, una
pequeña explosión y todo habrá acabado para él. Su sangre y sus sesos salpicaran
las paredes, su cuerpo caerá inerte y no hay nada que se pueda hacer. Es hombre
muerto.
Miro a mi
alrededor. Todo está en silencio.
Miro a mi
alrededor y frente a mí solo hay un espejo.
Joder Raúl. Ya la imagen es escalofriante desde fuera como para que, encima, ese hombre sea uno mismo.
ResponderEliminarmagistral,
ResponderEliminaraplausos para vos
un final de aquellos
un abrazo, vallekano
Me estaba viendo el final, pero no por ello deja de ser impactante. Muy bueno.
ResponderEliminarBesitos