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miércoles, 18 de diciembre de 2013

MIEDO

Imagen tomada prestada de google hasta que me la quiten

El miedo debe existir; tiene que existir. ¿Qué sería la vida sin el miedo?
El miedo y el odio cogidos de la mano, andando juntos por veredas de barro y mierda.
Muerte, morir, matar; y mirar el miedo en unos ojos que suplican, mientras una hoja de acero de diez pulgadas entra y sale repetidas veces de un cuerpo inerte. Hace tan solo unos instantes temblaba; por el miedo.
El odio se calma, o tal vez, se acrecienta al ver el cuerpo que yace tirado en el frío asfalto de un callejón (y no importa que sea un vagabundo o un banquero), la adrenalina fluye por las arterias inyectando eso que hace sentirse más vivo, pero a la vez sabe que está más cerca de la muerte. Y mientras de las manos asesinas gotea la savia dulce y roja de la víctima yo vuelvo a ser llamado. Porque yo soy necesario. Yo soy el miedo.
    

miércoles, 20 de noviembre de 2013

PESIMISTA



Nada; nada de nada. Una inmensa nada que todo lo absorbe.
Un país de Fantasía podrido; muerto;  degenerado.
Ese soy yo.

Intento huir; mas no encuentro la salida.
Ni tan siquiera volver a nacer me sacaría de esta.
Quiero gritar tan fuerte que mi voz rompa los cielos,
pero las palabras se quedan en mi garganta; y me ahogan

Este podría ser el último intento después del último intento,
y la verdad, no sé si intentarlo.
Lo mejor para no fracasar es dejarlo todo como está.
Si al final voy a terminar perdiendo.

Una huella; y tras esa huella, otra huella.
Un paso; y otro paso.
Corro; intento huir de mí mismo
Y me encuentro de nuevo al doblar una esquina.
Y vuelvo a correr.

Un tiro en la sien sería la solución.
¿Dónde comprar una pistola?

lunes, 21 de octubre de 2013

EL BUTACÓN

Dibujo de Raúl Álvarez

Vuelvo a sentir tu presencia entre las sabanas. Noto tus fríos pechos acariciando mi espalda, pero esta vez no has llegado sola. Hay alguien más en la habitación; ignoro quien es y lo que quiere, pero sé que está aquí. No sabría decir porque lo sé; no sé cómo explicarlo, es como si la estancia se encontrase envuelta de una especie de electricidad estática.
Está esperando; esperándome a mí, mientras tú, tu espectro o tu alma me protege. Rodeado por tus invisibles brazos me siento casi seguro.
La tarima del suelo cruje; son pisadas lentas que se oyen de una punta de la habitación a otra, de un lado a otro, hasta detenerse en tu butacón preferido.
Huelo tu  perfume, pero no como otras veces. Baña suavemente toda la instancia mezclado con otro olor acre y dulzón más cercano a mí.
Quisiera comunicarme contigo como en aquella novela de Stephen King que leímos una vez y que en nuestra ignorancia (debido al amor que nos procesábamos), pensamos que podría funcionar para hablarnos entre nosotros cuando uno de los dos faltase: <<Un golpe para sí, dos golpes para no>>. No funciona. – ¿estás aquí conmigo? –Intento de nuevo. El silencio es absoluto.
Noto tus brazos más pesados que de costumbre, me abrazan con fuerza, mientras tu mano acaricia mi pecho. – ¿Eres tú, cariño? -<<Un golpe para sí, dos para no>>. No hay respuesta.
Oigo el sonido que produce el roce del cuero de la butaca, como si alguien se moviese intranquilo sobre él.
Tu mano ejerce una presión inusitada sobre mi pecho, un dolor insoportable de deja sin respiración, una densa humedad moja las sabanas y no me hace falta tocar para saber que es; es mi sangre.
Noto mi corazón salir por la abertura que tu mano, con una precisión de cirujano, ha abierto en mi pecho.
Tan solo restan tres o cuatro latidos para extinguirse. – ¿Me has matado tú, mi amor?
Un golpe seco suena cercano al butacón.
Luego un breve silencio.
Después otro golpe.        

domingo, 6 de octubre de 2013

ETERNO AMOR

Dibujo de Raúl Alvarez

Escucho sus latidos; lentos y rítmicos. Su respiración regular me hace saber que está dormida, y yo, acurrucado en su regazo me encuentro por fin tranquilo.
Levanto la cabeza lentamente; no quiero despertarla. Acerco mis cálidos labios a su mejilla fría. No, no quiero despertarla.
Y aquí, al calor de su gélido cuerpo me siento en paz; ya no hay dolor.
Sé que a partir de ahora, ella cuidara de mí y me protegerá. Y yo tendré toda la eternidad para amarla.    

viernes, 14 de junio de 2013

NOCHES


Imagen robada de Google


La noche cae como una manta sobre el grisáceo asfalto de la ciudad.
Almas solitarias salen en busca de otras almas solitarias para fundirse en uno, o como los gatos, que de noche son pardos y salen a buscar comida entre la basura.
Y yo, que seguramente sea el alma más solitaria y maltrecha que pisa sobre los adoquines informes de la calle, solo busco un bar abierto para tomar el penúltimo trago de olvido.
Las siluetas alargadas que proyectan las farolas me hacen recordar tu alma negra jugando con mis sentimientos y mi cartera.
Aún recuerdo tu sonrisa, mientras clavabas el tacón de aguja de tus zapatos rojos en los cuatro pequeños trozos que quedaban de mi corazón hasta reducirlos a nada.
Cuantas veces he pensado en acabar con mis sufrimientos intentando olvidarte, pero mi mente que trabaja autónoma en mi cuerpo, no tiene la menor intención de hacerte a un lado.
Hay momentos que me gustaría emprenderla a puñetazos  contra mi soledad, pues las discusiones dialécticas ya no sirven de nada.
Pienso en tus besos mentirosos e intento recordar si de tus labios salió alguna vez algún “te quiero”, pero sé que esas dos simples palabras no existen en tu vocabulario.
Esta noche he decidido ir a buscarte y sé dónde encontrarte. Y mientras contoneas tus caderas escondidas bajo la minifalda ajustada, me pondré frente a ti, sereno y calmado te diré que ya no te quiero, que no eres la mujer de mi vida y que te he olvidado, aunque los dos sepamos que es mentira. Me giraré enseguida para no verte reír y sobre todo, para que no me veas llorar.    

miércoles, 12 de junio de 2013

PSICO-LOQUIO

Imagen robada de Google


Seis de la tarde un lugar cualquiera, de una ciudad cualquiera, en la consulta de un psicólogo cualquiera, al que por eso del anonimato llamaremos “Virgo”, pero que aquí nos referiremos a él como “Psicólogo”.
Entra en la consulta un escritor frustrado, con la pinta que debe de tener un escritor frustrado, al que llamaremos paciente, porque escritor frustrado en más largo.

Paciente –Buenos días.
Psicólogo –Buenas tardes.
Silencio…
Psicólogo –Túmbese ahí (señalando un diván).
Paciente –Gracias, pero no tengo sueño. Preferiría hablar de mi problema.
Psicólogo –Pues, si no le importa, me tumbare yo. Estuve toda la mañana jugando al pádel y me duele todo el cuerpo. Pero no se quede usted de pie, siéntese en mi sillón.

El escritor se sienta en el lugar indicado, coge unas gafas de pasta que se encuentran sobre una pequeña mesa situada al lado del butacón y se lleva una de las patillas a la boca.
Paciente – ¡Aja! Interesante, interesante.
Psicólogo – ¿Decía?
Paciente – Nada, nada. Perdone doctor.
Psicólogo –Llámeme “virgo”, ya sabe… por lo del anonimato.
Paciente –Gracias, usted puede llamarme “paciente”, porque escritor frustrado es más largo.
Psicólogo –Ah, ya.
Silencio…
Psicólogo – ¿Y si le llamo “paci”?
Paciente – ¡hombre, aún no tenemos tanta confianza!
Psicólogo –Esta bien, le llamare “paciente”, pero tiene cara de llamarse “Carlos”.
Paciente –Sí, me lo dicen muchas veces.
Silencio…
Psicólogo –Bueno, cuénteme, ¿qué le trae a usted por aquí?
Paciente –Verá doctor, no puedo escribir.
Psicólogo – pero… ahora mismo está escribiendo. Porque es usted quien está contando esta historia.
Paciente –No me refiero a eso, es que… no sé cómo esplicarlo.
Psicólogo –si no me dice exactamente que le sucede no puedo ayudarle. Por cierto, ¿ha escrito<<explicarlo>> con “s”.
Paciente –Sí, a veces me pasa.
Silencio…
Psicólogo –Venga, inténtelo de nuevo.
Paciente –pues verá. Yo cojo el bolígrafo y un papel e intento escribir algo así como:
“Volverán las oscuras golondrinas…”
Pero en el papel queda plasmado algo parecido a:
“A mí me gusta la gasolina…”
Psicólogo – ¿Siempre escribe con el mismo bolígrafo?
Paciente – ¡¿cómo?!
Psicólogo –ha dicho usted: <<cojo “el bolígrafo” y un papel>>. Eso me hace pensar que siempre usa el mismo bolígrafo para escribir.
Paciente –Sí, siempre es el mismo.
Psicólogo – ¿Y cómo es?
Paciente -¡Negro!
Psicólogo – ¿Es usted racista?
Paciente – ¿Por qué lo pregunta?
Psicólogo –Ha escrito negro entre exclamaciones y en negrita.
Paciente – (Agachando la cabeza) –no, solo que no me gusta la gente que no es como yo.
Psicólogo – ¿Blancos?
Paciente –No, escritores.
Silencio…
Paciente –tampoco me fio de los chinos, creo que nos vigilan.
Silencio…
Psicólogo – ¿A los escritores?
Paciente –No, a los blancos.
Psicólogo –Volvamos al problema que nos ocupa. A demás de negro, ¿cómo es el bolígrafo?
Paciente –De plástico.
Psicólogo –aja, ¿Qué más?
Paciente –Tiene una especie de sombrerito en la parte de arriba, también de plástico, que pulsas una vez y sale la punta por la cual se escribe, vuelves a pulsar y de vuelve a esconder.
Psicólogo –Alta tecnología (Dice mientras mira un punto imaginario de la habitación).
Paciente –Al principio tenía una lengüeta para que se sujetase dentro del bolsillo, pero como también era de plástico termino por romperse.
Psicólogo –  ¡Aja! Interesante, interesante.
Paciente –Eso ya lo decía yo.
Silencio…
Psicólogo – ¿De qué color tiene los ojos?
Paciente –  ¿Quién?
Psicólogo –Perdone, estaba pensando en otra cosa. Entonces, ¿diría a usted que es completamente de plástico?
Paciente –No es que sea un entendido, pero yo diría que sí.
Psicólogo – El bolígrafo del que hablamos, ¿Es de alguna marca en especial?
Paciente –Que yo sepa no. Me lo regalaron en un banco hace bastante tiempo. Ahora no regalan nada.
Psicólogo –De un banco (vuelve a clavar la vista en el mismo punto imaginario). –Ese puede ser el problema. ¿Ha pensado en escribir con lápiz?
Paciente –No se me había ocurrido. Siempre he pensado que era culpa del papel. Como soy un escritor frustrado, como ya sabe usted, pues nunca he tenido dinero, y escribo sobre cualquier extracto de los cajeros automáticos que me encuentro.
Psicólogo –No lo descartemos todavía, pero vamos a comenzar por cambiar el bolígrafo por un lápiz, (y si puede ser de los que llevan el borrador incorporado, mejor). Y tómese un antidepresivo cada ocho horas. Le cito para el próximo jueves a la misma hora.
Paciente – ¿Y cree que con esto (señalando una caja de pastillas, que no sabemos de dónde coño las ha sacado) escribiré como Vargas Llosa?
Psicólogo – (Riéndose a carcajada limpia) –ni de coña, seguirá escribiendo igual de mal que lo hace ahora.
Paciente –Gracias por su apoyo.
Psicólogo –De nada, por cierto, cuando salga cierre la puerta y apague la luz… o al revés.          

miércoles, 5 de junio de 2013

MIRADAS

Imagen robada de Google

Hoy, nuevamente, nuestras miradas se cruzaron. Fue tan solo un segundo, o quizá menos, pero yo sigo viendo tus ojos en los reflejos de los charcos y en los cristales de los escaparates. Y me pregunto si no ira siendo ya hora de aprender el idioma de las miradas, pues si una imagen vale más que mil palabras, mirar tu iris, para mí, vale un todo.
Ni siquiera se tu nombre, y si e de serte sincero, tampoco es que me importe. Solo quiero acariciar tu cuerpo desnudo, saborear tu piel, que imagino sabrá al dulce de tu perfume mezclado con el salado de tu transpiración.
Quiero que nuestros labios y nuestras almas formen una amalgama de sangre, sudor y besos. Y que nuestros cuerpos sean solo uno a la vista de los dioses y los humanos, y que el alba se funda con el ocaso mientras nos abrazamos.
Unos lo llamaran amor, otros, tan solo deseo.
Yo tan solo deseo que tú me ames. Pero sigo sin saber si tus ojos quieren decir lo mismo que dicen los míos cuando los miro.

lunes, 27 de mayo de 2013

MUERE LA POESÍA

Imagen robada de Google


Muere la poesía, muere el sentimiento.
Muere el amor.
Muere la poesía; el alma.
Muere la palabra; la rima.
Y con ella, muere el poeta.
Y su pluma se desangra.
Muere el sentimiento puesto en cada línea,
en casa verso.
Muere la poesía como murió el laúd,
como murió la lira.
Bécquer, Neruda o Lorca, terminaran siendo olvidados.
Los poetas de antaño, solo serán calles y avenidas.
Pero, sabed que algún día
un niño, con lágrimas en los ojos, nos preguntara:
¿Quién mató la poesía?

miércoles, 15 de mayo de 2013

AMOR

Imagen robada de Google

Era un día triste y gris.
 Los pájaros no cantaban, 
el sol no brillaba,
 pero su cuerpo y mi cuerpo
 sudaban entrelazados.



miércoles, 24 de abril de 2013

MIS PECADOS EN TUS PECADOS

Imagen robada de google

Una oscuridad que envuelve mis pensamientos,
sin aliento.
Busco aquella luz que dicen, al final del túnel.
Mi alma pecadora no pasó la criba.
 A pasitos cansados me sumerjo en fuego fatuo
¿Qué tendrán tus pecados, que en ello siempre caigo?

Soberbia – al saber que ahora eres mía.
Avaricia – al querer tu cuerpo, tu ardor, tu deseo.
Lujuria – cuando desnuda te veo.
Gula – por comer cada rincón de tu cuerpo.
Pereza – al tener que despedirme de ti.
Ira – al verte alejarte de mí.
Envidia – del próximo hombre que te tenga en sus brazos.

Siete pecados, un millón de dolores,
siete infiernos de dante,
una escalera rota hacia el cielo.

Ahora Caronte me espera, para pasar al otro lado.

lunes, 15 de abril de 2013

RULETA RUSA


Imagen robada de Google

Dedicado a @dndeividsa
Así nos veremos dentro de poco.

Suenan las seis de la mañana en el despertador de la mesilla. Se levanta con los ojos aun pegados por el sueño; entra en el baño para echar la primera meada del día y lavarse la cara. Tras tomar un café solo, sin azúcar, vuelve a la habitación y se viste.
Es lunes de lo que se le antoja será una semana larga y el tráfico de la ciudad tampoco quiere darle una tregua.
Entra en la oficina; es la cuarta vez que llega tarde  este mes, y la mirada de reprobación del jefe de departamento le hace saber que está jugando con fuego.
Pasa la mañana entre los papeles de su mesa, las miradas furtivas al escote de su compañera de enfrente y algún que otro café de la máquina, excusa perfecta para estirar las piernas.
A las doce en punto, suena el teléfono. Es la secretaria del departamento de recursos humanos. – ¿Señor Martín? – Y sin esperar respuesta continua: –Vaya ahora mismo al despacho del director.
Su voz suena impersonal, como la de una máquina expendedora de tabaco. <<Su tabaco, gracias>>
Se levanta pesarosamente de su asiento; se siente igual que si tres “skin head” le hubiesen dado una paliza con palos y cadenas.
Lama a la puerta del despacho de aquel hombre, que en sus diez años de trabajar para él, no ha visto nunca. Tiene fama de borracho, jugador y mujeriego.
Una voz desde el interior le dice que pase. Un hombre gordo sentado en un sillón de cuero negro tras una mesa de caoba le mira fijamente a los ojos.
– Siéntese, señor Martín. – dice con una sonrisa que no sabría diferenciar si es sincera o irónica.
– ¿Sabe por qué le echo llamar, verdad?
Asiente con la cabeza mientras traga saliva. Le sudan las manos y nota como el estómago quiere salir por su boca.
– ¿A usted le gusta jugar?
– La pregunta le coge por sorpresa.  –No sé, nunca he jugado a nada. –Como ya sabrá, la empresa no está pasando por sus mejores momentos y necesitamos…  ¿cómo lo diría? ¿Hacer recortes? Bueno, el caso es que tengo que prescindir de alguien, y los dados  me ha dicho que debe ser usted, pero no quiero que nos deje sin darle una oportunidad. ¿Le gusta jugar?
No entiende nada, si iba a ser despedido a que viene tanta pregunta sobre si le gusta jugar. Por lo tanto se queda callado.
El director abre un cajón y de él saca algo de deposita sobre sus piernas.  –El juego es muy sencillo, si usted gana, seguirá trabajando para nosotros.
– ¿Y si pierdo?
–Bueno, digamos… que me ahorro pagarle el finiquito.
– ¿En qué  consiste el juego?
El director vuelve abrir el cajón y saca tres balas del calibre 38 y las pone encima de la mesa.
A Martín se le para dos segundos el corazón, para luego bombear a más velocidad que un redoble de tambor. Está tentado de levantarse de la silla, pero el miedo le mantiene paralizado.
El hombre gordo recoge el artefacto que antes deposito sobre sus piernas; es un revolver Smith & Weeson 625. Mete las tres balas al azar en el tambor, le da varias vueltas y se lo entrega a Martín con una sonrisa.
Martín lo agarra decidido; hay una hipoteca que pagar. Da una vuelta más al tambor y aprieta el cañón contra su sien derecha, mientras el director con las manos cruzadas bajo su barbilla, y con una sonrisa de oreja a oreja le dice:
<<Recuerde, solo tiene una oportunidad>>    

jueves, 28 de marzo de 2013

SUEÑOS DE UN PAÍS IMAGINARIO


Imagen robada de Google


Cualquier parecido con España, es pura coincidencia.

Aun recuerdo la pesadilla que tuve aquel día.
Con mi escudo y con mi porra dando ostias a indignados.
iba detrás de vosotros para que no fueseis parados.
Me gustaba mi trabajo porque era policía.

Peor fue aquella noche que soñé que era banquero
Me pedías un crédito y yo me reía de ti
Tú te morías de hambre, pero yo era muy feliz
Con la panza sobre la mesa te robaba tu dinero

Hubo un vez terrorífica que soñé que era político
Iba a salvar tu país de la crisis y el terrorismo
Tú te quedabas sin casa y a mí me daba lo mismo
Y mientras todo se iba a la mierda yo me estaba haciendo rico.

Pero hubo una noche feliz, en ella soñé ser rey
Me iba a cazar elefantes y con mi amiga “la Corinna.”
Tenía un yerno (supuesto) ladrón y otro puesto de co... Biodramína
Y manejaba mis negocios, todos fuera dentro de la ley. 

sábado, 23 de marzo de 2013

A UN AMOR PERDIDO PARA SIEMPRE

Imagen robada de Google


Un último soplo; como una espina,
un susurro de una voz intranquila,
un alma; una muerte.
Una mujer que en mis sueños anida.
Un vaso lleno penas, de errores,
miles de sinsabores.
un último beso no dado,
una palabra tornada en silencio.
Callar no es la solución cuando se habla de amor.
Mi mente perdida entre tus recuerdos
busca, rebusca…
no lo entiendo.
¿Te marchaste?
¿O el qué se fue, fui yo?
Intento ahogar tus penas en las mías,
intento plasmar sobre un papel
tus últimas alegrías,
y este bolígrafo no pinta.
Mi almohada me da la espalda
porque te fuiste para siempre sin que te pidiese perdón.
Unas flores en tu tumba
ahora no sirven de nada.
Y una foto desgastada entre mis dedos y mis lágrimas
es lo único que queda
del amor que profesaba.

miércoles, 20 de marzo de 2013

UN DIABLO ENTRE LAS SÁBANAS

Imagen robada de google

Vuelvo a sentir tu presencia a mi lado, bajo las sábanas. Noto tus fríos pechos  acariciando mi espalda, pero esta vez no has llegado sola. Hay alguien más en la en la habitación; ignoro porque lo sé, pero lo sé. No puedo explicarlo; es como si la estancia estuviese impregnada por una especie de electricidad estática.
Ese desconocido ente está esperando, esperándome a mí mientras tú, tu espectro o tu alma me protege. Rodeado por tus invisibles brazos, me siento “casi” seguro.
La tarima del suelo cruje; son pisadas lentas que se escuchan de una punta de la habitación a otra, de un lado a otro, hasta detenerse frente a tu butacón preferido.
Huelo tu perfume; pero no a mi lado como otras veces. Baña suavemente toda la habitación, mezclándose con otro olor acre y dulzón que jamás antes había olido.
Quisiera poder comunicarme contigo para poder entender que está pasando. Recuerdo aquella novela de Stephen King que una vez leímos.  – Un  golpe para sí, dos para no>> –Y lo expreso en voz alta. No funciona.
– ¿Estás aquí conmigo? – Intento de nuevo. El silencio es absoluto.
Tus brazos me aprietan con más fuerza, mientras tu mano acaricia mi pecho, noto tus brazos algo más pesados que otras veces, –  ¿eres tú, cariño? << Un golpe para sí, dos para no >>  – No hay respuesta.
Oigo un crujido en la butaca, como si alguien o algo se moviese incomodo sobre él. Tu mano ejerce una fuerza inusitada contra mi pecho, un dolor insoportable me deja sin respiración, una densa humedad moja las sabanas y no me hace falta mirar ni tocar para saber qué es; es mi sangre.
Noto mi corazón salir por la apertura que tu mano (con una precisión de cirujano) ha creado en mi pecho. Tan solo restan dos o tres latidos para extinguirse. – ¿Me has matado tú, mi amor? << Un golpe para sí, dos para no. >>
Un golpe sordo suena cercano a la butaca; luego un breve silencio; y después otro golpe.   

jueves, 21 de febrero de 2013

PUTA O POETA

Imagen robada a Google

Puta o poeta.
Meretriz de bellas palabras,
Intento vano de pastor de frases.
Inmundicias creadas, masticadas, aplastadas y plasmadas
Por dinero, por gloria, por fama, por una mamada.
Poeta o puta.
Palabras como una cuerda que bajo los pies se afloja,
Alrededor del cuello se tensa.
Letras que pintan un alma
A veces tan negra, ¡tan negra!
Poeta que fornica con las musas
Por el elevado precio de un último verso,
Mientras corrompe el blanco virgen del papel
Con tinta tan negra como un alma,
tan prostituida como él.

miércoles, 6 de febrero de 2013

SIRENA

Imagen robada de Google

A la orilla de la mar
tus labios rozaron mis labios
antes que entre mis brazos
te quisieras escapar.

Regreso a aquel lugar…
a la orilla de la mar.
Busco tu silueta
para volverte a abrazar.

Quiero escuchar tus cantos,
quisiera aprender a nadar.
Buscarte en los siete mares,
o a la orilla de la mar.

Sirena de pelo dorado,
sirena de blanca faz.
Muero por poder besarte
A la orilla de la mar.

sábado, 12 de enero de 2013

UNA MANCHA EN LA PARED

Imagen robada de Google

Otra vez sentado; sin nada que hacer.
Para distraerme, observo una mancha en la pared.
Sueño con ser trapecista y saltar al vacío sin red.
Sueño con buscar el olvido que nunca encontré
mientras tanto esa mancha no deja de crecer y crecer

Quisiera bañarme en tus ojos, como hice alguna vez.
Quisiera besarte los labios, como lo hice antes de ayer.
pero la ausencia de tu ausencia no para de crecer.
Tan oscura; tan inerte, como la macha en la pared.

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