Imagen sacada de google
–Y, ¿cómo dice qué se llama? ¿Arsenio? Pues en mi pueblo había un vecino que se llamaba igual, pero le llamábamos el tira cabras, se puede imaginar porque. ¡Ah, arsénico!
Y, ¿usted creé qué con una botellita tendré para acabar con mi suegra? Mire que mi suegra pesa ciento cincuenta kilos y ciento vente son de mal genio.
–Me llevare dos botellitas por si acaso.
Se colocó en la fila de caja. Mientras esperaba pacientemente su turno, vio a su suegra pagando una caja de botellitas y salir de la tienda con una sonrisa.
Amor mutuo.
ResponderEliminarsí, Aina.
ResponderEliminarEsto... tal para cual...
ResponderEliminarBesitos
jajajjaja creo saber en quien te estás inspirando,jajaja
ResponderEliminarCuidadito... quien te dice que de la otra parte el sentimiento sea similar,jaja
Besotes
p/D Gracias de todo corazón, por tu participación en mi lugar.