Tu mente se vuelve esponja tras las rayas del cristal.
El pulso se te acelera, el corazón te va a explotar,
la mandíbula baila a su ritmo, imposible de parar.
Y un hilillo de tu sangre por tus napias bajara.
Por el corte de algún grumo que no has podido aplastar.
Y tirado en ese baño sin quererte levantar.
Te dirás que esta es la última, que no te pondrás nunca más.
Y un día cualquiera, del CD que estás oyendo, la carcasa rayaras.
Y pensaras que aquel día fue un bajón y nada más.
No estoy muy segura de haberlo entendido. Aún así es poético. ¡Menos lo de las napias! Qué palabra tan poco poética.
ResponderEliminarJajajaja
Un beso
¡Me gusta cómo escribes! Intentas transmitir algo de forma un poco misteriosa, la verdad, pero eso mismo lo hace especial. ;) ¡Te sigo!
ResponderEliminarOye, deja esos polvos que no son nada buenos...hay otros mucho mejores que también aumentan las palpitaciones. :)
ResponderEliminarjajajaja aina BIS xDDDD Tas fatal, Raúl, lo sabes? Haces que una cosa tan seria.. me haga gracia! no es normal... no.. un besote.!
ResponderEliminarSí, siempre dicen eso: lo voy a dejar..., pero pocos lo consiguen.
ResponderEliminarBesitos
Pia que no lo entiendas bien es buena señal.
ResponderEliminarAlvalpaper bienvenido a este humilde blog y espero que disfrutes leyendo.
Aina o soy más de los otros, aunque últimamente casi tampoco jajaja
Lucy me alegra que te haga gracia, pero esa no era mi intención,pero tampoco quería hacer que fuese un drama.
Elysa por lo que conozco, no debe ser nada facil dejarlo.
Muchas gracias y unos besos y abrazos.