3. El gorila del striptease.
El local de striptease no estaba lejos, pero la lluvia arreciaba cada vez más. Llegué al garito como un pollo.
El gorila negro con el que ya había tenido algún problema taponaba la puerta.
Intenté pasar por una pequeña rendija que quedaba entre él y la puerta, pero de un manotazo me echó un metro hacia atrás.
Me miró de arriba abajo. – ¿Dónde crees que vas con esas pintas?
–Pues adentro, a ver bailar a tu hermana.
El gorila sonrío enseñando unos dientes blanquísimos.
–Mi hermana hoy libra, payaso, pero ya le diré que puede ir a verte al hospital.
Se acerco hacia mí; me tapé la cara con los brazos para intentar parar todos los golpes posibles, cuando escuché salir una voz de dentro del local.
–Willy, déjale pasar, es amigo mío.
Miré entre la apertura de mi defensa de mal boxeador y vi a Alfonso; sonriendo como siempre que tenía dinero.
El negro se apartó a un lado poniendo cara de perdonarme la vida. Pasé por su lado y amagué que le lanzaba un puñetazo, pero ni pestañeo. Mientras bajábamos las escaleras vi como Alfonso se iba tambaleando por el efecto del alcohol.
Entramos en el local y nos pusimos en la barra de espaldas a las chicas. Alfonso pidió dos whiskys con hielo.
Por lo menos tendría algo para pasar el mal trago que me esperaba.
Muy bien, me gusta la trama...pero, por Dios, aligera!
ResponderEliminarEs una súplica y, además, estoy de rodillas.
Bueno, ya hemos encontrado a Alfonso, ahora veremos en que lío ha metido al Notas...
ResponderEliminarBesitos
Vamos Aina no desesperes que ya solo faltan unas Veinte entradas. Y no me digas que estas de rodillas, que tengo una mente muy sucia y luego pienso cosas que no debo jajaja
ResponderEliminarUn besazo princesa.
Elysa Ya estamos con Alfonso, vamos a ver que nos cuenta.
Un besazo mi niña.